13/5/2021
Hacer un análisis profesional individual, grupal...¿para qué?
En un proceso de Coaching Ejecutivo o de Equipo hay una fase autodiagnóstico que nos permite descubrir dónde estamos, las necesidades reales, recursos internos, cómo son nuestros procesos. Un Autoanálisis que sienta las bases para avanzar mejor.
En un proceso de Coaching profesional, tanto a nivel individual como grupal, suele haber en sus estadios iniciales una parte muy importante dedicada al Autodiagnóstico.
El Autodiagnóstico es el proceso que permite conocer nuestro punto de partida, nuestro estado actual y los recursos con los que contamos. Se lleva a cabo mediante un conjunto de herramientas ofrecidas por el facilitador en las que la persona se evalúa a sí mismo en cuanto a competencias, conductas, estilos de comunicación o liderazgo u otras variables, y otras soluciones diagnósticas más profesionales en las que a partir de cuestionarios, la persona recibirá un análisis más objetivo de sí mismo. En mi opinión, la solución híbrida es mucho más interesante, ya que ofrece la oportunidad de comparar la percepción personal con el análisis objetivo que resultan de otras herramientas profesionales.
¿Qué obtenemos a nivel INDIVIDUAL en una fase de autodiagnóstico?
- Identificar nuestro propio perfil de comportamiento.
- Tomar conciencia cómo nos relacionamos con los demás (compañeros, superiores, colaboradores, clientes).
- Conocer mejor nuestro estilo de comunicación.
- Identificar nuestros valores.
- Reafirmarnos en las fortalezas que ya conocíamos, conocer algunas nuevas y poner atención en las áreas de mejora.
- Conocer mejor nuestro proceso de toma de decisiones, nuestro estilo de liderazgo
- Una perspectiva amplia del momento profesional (y personal) que tenemos.
Y…¿Qué obtenemos a nivel de EQUIPO en una fase de autodiagnóstico?
Por una parte, dependiendo de las herramientas empleadas, el equipo tendrá acceso a un análisis grupal, pero también al individual, así que todo lo anterior permanece. Y no se queda aquí...
Para los responsables es muy útil conocer mejor a los miembros del equipo, liderar a los diferentes individuos, saber qué necesitan, cómo comunicarnos de manera más eficaz adaptándonos mejor a su estilo de comunicación. Estos análisis lo permiten, mejorando la relación con sus colaboradores.
Y además de lo anterior, la fase de autodiagnóstico del equipo nos permite:
- Conocernos mejor, no sólo como individuos, si no como equipo.
- Entender cómo interactúan los miembros del equipo, el nivel de cooperación y compromiso.
- Conocer las fortalezas como grupo, así como las áreas de mejora.
- Determinar el equilibrio como grupo y si hay carencias importantes (en cuanto a perfiles, por ejemplo).
- Saber la autopercepción del equipo.
- Identificar las necesidades del equipo.
- Detectar los roles dentro del grupo, así como los procesos más comunes (cómo se toman las decisiones, cómo se abordan los conflictos…).
- La visión amplia de quiénes somos como equipo.
Esta y otra información adicional la obtendremos con esta enriquecedora fase de Autodiagnóstico. Conocemos nuestra realidad actual…y con esto, ya podemos definir qué queremos ser (bien como individuos, bien como equipo), hacia dónde queremos avanzar. Si queremos mejorar, conseguir objetivos…este Autodiagnóstico nos dará las pautas de los recursos que tenemos, y qué queremos abordar. Y con esto, establecer las acciones concretas.